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NOTICIAS

08/03/2025
Hoy, 8 de marzo, nos levantamos con la firme convicción de que este día no es solo una fecha en el calendario, sino un recordatorio de que la lucha por la igualdad sigue viva.

Mientras exista un 8 de marzo, habrá razones para seguir luchando. Como jóvenes de EGI, nos comprometemos con una Euskadi justa, libre y feminista, alzando la voz para afirmar que queremos un futuro donde la igualdad sea una realidad.

Este día nos recuerda que, aunque hemos avanzado, el camino sigue lleno de obstáculos. Las mujeres siguen enfrentándose a violencias, discriminaciones y desigualdades que se niegan a desaparecer. La brecha salarial, la precariedad laboral, la sobrecarga de los cuidados, el acoso y la violencia machista son solo algunas de las sombras que persisten en nuestra sociedad. Por eso, hoy no celebramos: reivindicamos, exigimos y actuamos.

Desde EGI, creemos que la lucha feminista es una lucha colectiva y transversal. No es solo cosa de mujeres, sino de toda la sociedad. Por eso, hoy más que nunca, nos comprometemos a:

1. Romper con los roles que nos encasillen: Queremos una sociedad donde nadie tenga que cumplir con expectativas de género que limiten su libertad. Las mujeres no nacieron para cuidar, ni los hombres para mandar. Queremos un mundo donde cada persona pueda ser quien quiera ser, sin etiquetas ni prejuicios.

2. Construir espacios libres de violencia: Las calles, las plazas, los bares, los trabajos y las redes deben ser lugares seguros para las mujeres. No queremos más miradas incómodas, comentarios ofensivos o agresiones. Queremos una Euskadi donde las mujeres puedan vivir sin miedo.

3. Educar en igualdad: La educación es la herramienta más poderosa para transformar la sociedad. Queremos una educación que enseñe a respetar, a empatizar y a cuestionar los privilegios. Una educación que nos prepare para construir relaciones basadas en la igualdad y el respeto mutuo.

4. Exigir justicia real: Las mujeres no pueden seguir enfrentándose a un sistema que las revictimiza y las cuestiona. Necesitamos una justicia que proteja, que escuche y que actúe con firmeza contra quienes ejercen violencia machista.

Pero no nos engañemos: la lucha no termina hoy. El 8 de marzo es un altavoz, pero la transformación requiere constancia y compromiso diario. Desde nuestras casas, nuestras kuadrillas y nuestros espacios, tenemos la responsabilidad de ser agentes de cambio. Cada gesto, cada palabra y cada acción cuenta. No podemos permitir que el machismo siga campando a sus anchas.

Hoy decimos alto y claro: mientras exista un 8 de marzo, tendremos lucha por delante. Mientras las mujeres sigan siendo asesinadas, discriminadas o silenciadas, no nos callaremos. Mientras la igualdad sea un ideal, seguiremos trabajando para hacerla realidad.

EGI, por una Euskadi libre, justa y feminista.

GORA BORROKA FEMINISTA!

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